Hoy deambulamos por las subjetivas praderas de la mente consciente e inconsciente. Revisamos la psicología individual, la cual es básicamente los significados que le hemos atribuido a los eventos de nuestra vida, y la constrastamos con el concepto de inconsciente colectivo de Carl Jung, el cual, al igual que Delta, reza básicamente que "algo tenemos en común", es decir, los factores que permean la cultura en la que nos desenvolvemos son compartidos inconscientemente por todos.
Jung también mos aporta el famoso concepto de los arquetipos, que tanto facilitan el "caracterizar" a los personajes de las películas hollywoodenses que antes veíamos en el cine y ahora observamos en la comodidad de nuestras casas gracias a la magia de los "back-ups" que, por supuesto, no transingen los lineamientos estipulados para proteger la propiedad intelectual.
Ahora, no podemos hablar de Jung, sin mencionar la otra media naranja de la psicología: el papá de los tomates, Edipus Rex himself, Freud. Resulta que George Lucas le plagió a este Señor todo el concepto del Lado Oscuro, y la travesía emocional de Anakin no fue más que una forma mítica de exponer el pensamiento freudiano, es decir, existe latente en nuestro interior una triada de elementos en conflicto, a saber, el ello (instinto), súperyo (normas sociales; algo así como el Contrato Social de Locke, Rousseau y Hobbes) y el yo, que intenta baancear los antagónicas fuerzas citadas en búsqueda de la armonía. Resulta entonces que Star Wars es básicamente una clase de Psich 101 adornada con lightsabers, naves especiales y títeres verdes. Personalmente, me quedo con Star Wars.
Más adelante estudiamos los mecanismo de defensa que erigimos para aceptar (o negar) nuestra realidad: que somos esclavos inconscientes de las Máquinas. Ah, no, eso era Matrix, pero divago. Lo interesante de destacar son los mecanismos defensivos: la regresión, que es básicamente el efecto Peter Pan (buen nombre para una panadería, por cierto), i.e., apegarnos al niño interno para negar nuestros problemas; desplazamiento y proyección, es decir, achacar las culpas a otros eventos y personas, respectivamente (lo cual es una actitud sorompa pues por delegar culpas no nos centramos en descubrir las causas, única forma de mejorar). Continuando, tenemos la racionalización: mentalmente justificar de la forma que más nos plazca (Osama es experto en esto). Finalizando, intelectualización y sublimación. The former tends to focus on everything but yourself; the latter seeks overloading yourself with tasks that prevent catching a glimpse of what's wrong. Obviamente, jamás he utilizado estos mecanismos de negación! :)
Curiosamente, escribir esto ha engendrado una epifanía de naturaleza hereje (las que me encantan): ¿Acaso el evento que propició la génesis del cristianismo --crucifixión-- no fue resultado de que Jesús negara sus tendencias suicidas (pues se entregó voluntariamente para que le privaran de la vida) vía la racionalización que con ello redimiría a la humanidad? O sea, ¡si Freud hubiese psicoanalizado a Jesús, posiblemente no se hubiera entregado a los romanos y el cristianismo no existiría!
Pero bueno, what's done is done. El asunto importante es recordar el pensamiento más poderoso que legara Freud: El gran reto del ser humano es develar el inconsciente que llevamos latente, mas es invisible a nuestra percepción. Para ello propone una metodología tripartita: asociación libre, es decir, ante una palabra responder institivamente lo 1ero que venga a la mente (a los locutores de radio les encanta aplicar esta herramienta); análisis de los sueños para descubrir secretos enclosetados de nosotros mismos (por ejemplo, si Ricky Martin tiene un sueño mojado con Chayanne, Freud dictaminaría que "he putts from the rough," para citar a una de mis cintas favoritas: Good Will Hunting) y actos fallidos (freudian slips), que es básicamente un safis o faux pas que revela algo que inconscientemente deseamos mas conscientemente negamos.
Dejando de lado a estos anacrónicos pioneros del arte de cobrar un ojo de la cara por acostarte una hora en un diván, pasemos a la aplicación en la empresa de metodologías psicológicas. Iniciemos con el conductismo, vertiente focalizada en influenciar las conductas deseadas. Una organización requiere ciertos patrones de comportamiento para eficientizar sus procesos y rendimiento de los colaboradores (que por cierto es el eufemismo más absurdo que me haya encontrado, but I digress). Como ejemplo, Ros nos relató el desarrollo de un programa para mejorar el nivel de servicio al cliente en una empresa del ramo alimentario (restaurante) basado en coaching, auditoría anunciadas y, posteriormente, realizadas vía cliente secreto. Usando la técnica de las aproximaciones sucesivas, poco a poco se va potenciando el inculcamiento de las conductas deseadas. Por supuesto, lo anterior requiere la comprensión previa de la totalidad del proceso, su ambiente, así como las demás variables relevantes que le afectan. Interesante.
Ahora, me gustaría dejar brevemente planteadas las raíces de la disciplina del conductismo: condicionamiento clásico, i.e., Pavlov, a quien cualquier fan de Jeopardy de fijo conoce (reflejos condicionados: perro salivando por la carne, luego mecánicamente reaccionando ante el sonido de una campana, el cual, por cierto, sólo ocurre cuando un ángel toma Red Bull y recibe sus alas, como bien nos instruye It's a Wonderful Life!); condicionamiento operante de Skinner, que consiste en dar reforzamientos y/o castigos positivos o negativos (R+ es dar algo bueno --Playboy, por ejemplo--, R- sería quitar algo malo --el chicle que te pegaron al asiento--, C+ es dar algo malo --foto de Bush desnudo--, C- es quitar algo bueno --cancelarte la terapia para salir de la crisis emocional derivada de observar el miem-brito de Bush!). Por último, conductismo supersticioso, como las religiones, el TLC como fuente de prosperidad y creer que por reenviar un correo a 10 personas Bill Gates te va a dar $100.
(Un comentario pavloviano: Un exc. ejemplo de reflejos condicionados se encuentra al principio de A Brave New World (Aldous Huxley), donde encierran a los infantes en un cuarto y cuando les muestran libros suenan estruendosas sirenas; luego retiran los libros y cesa el escándalo, programando a los niños para sentir aversión a los libros y, por ende, al conocimiento: el bastión necesario para descubrir la privación emocional de la que son inconscientes víctimas dentro de la sociedad totalitarista que los subyuga. Yes, dystopic sci-fi rocks!).
Concluyendo, salió a colación el concepto de agresión activa y pasiva. El 1ero es muy claro: atacar físicamente a alguien (accidentalmente dejar caer un piano sobre su cabeza, al mejor estilo Looney Tunes, por ejemplo); el 2do es más sútil, pues consiste en verbal o gesticularmente herir a otra persona. Ocurre de forma inconsciente y en mi opinión cuenta con 2 vertientes: la agresión pasiva real por parte del infractor (que fue la que conversamos; un ejemplo sería ignorar a alguien sin darnos cuenta) así como la percibida o ficticia, resultante de una sobrereacción de una persona hipersensible ante un comentario socialmente aceptable (desearle Feliz Navidad a alguien y se sienta ofendido (a) pues es judía y no celebra esta maravillosa época). Lo esencial de lo anterior es comprender que a veces subconscientemente transmitimos señales sin advertir que éstas pueden herir los sentimientos de los demás. Una persona jerárquicamente importante dentro del organigrama organizacional debe comprender cuándo y de qué forma incurre en agresión pasiva, para así mentalmente programarse para limitar las actitudes no intencionales que puedan dar un mensaje erróneo --o hasta desmotivar-- a su personal.
(Ahora, me surje una inquietud: ¿un gas accidentalmente expelido es agresión pasiva? Hmm...). ;)
Conceptos recordados (directa o indirectamente) por el material estudiado:
--Diagramas de Control de Shewhart: Mantener un proceso dentro de control estadístico vía delimitación de media esperada y límites de control superiores e inferiores (tolerancias) para la variable que se quiere regular. La variación inherente al proceso (causas comunes) genera la fluctuación entre las tolerancias y no es rentable reaccionar ante ellas --ni agrega mayor valor en términos de calidad--; las variación acaecida a raíz de causas especiales (algún fallo de máquina, por ejemplo), sí amerita revisión de causas subyacentes y su correción, para profilácticamente evitar que el proceso se salga de control estadístico y se produzca material no conforme. Lo anterior requiere muestreos continuos para el monitoreo del proceso y responder prontamente ante irregularidades detectadas.
Frases citables:
-Lo que se mide se puede controlar. Lo que se controla puede mejorarse--Combinación de Peter Drucker con frase de los autores del Balanced Scorecard.
-A nivel organizacional defino las conductas deseadas y luego estimulo el cómo desarrollarlas--Ros, posiblemente.
Perlas de sabiduría interesantes:
Estudios de brecha de imagen por parte de los políticos antes de decidir postularse.
Comentarios de compañeros (as) dignos de rescatar:
--Déficit actual de programadores en industria del software obliga a empresas a competir para retener talento vía salarios, y dificulta aplicación de técnicas de conductistas de Skinner (castigos + o -), pues trabajadores del conocimiento son "inelásticos" a las mismas.
Jung también mos aporta el famoso concepto de los arquetipos, que tanto facilitan el "caracterizar" a los personajes de las películas hollywoodenses que antes veíamos en el cine y ahora observamos en la comodidad de nuestras casas gracias a la magia de los "back-ups" que, por supuesto, no transingen los lineamientos estipulados para proteger la propiedad intelectual.
Ahora, no podemos hablar de Jung, sin mencionar la otra media naranja de la psicología: el papá de los tomates, Edipus Rex himself, Freud. Resulta que George Lucas le plagió a este Señor todo el concepto del Lado Oscuro, y la travesía emocional de Anakin no fue más que una forma mítica de exponer el pensamiento freudiano, es decir, existe latente en nuestro interior una triada de elementos en conflicto, a saber, el ello (instinto), súperyo (normas sociales; algo así como el Contrato Social de Locke, Rousseau y Hobbes) y el yo, que intenta baancear los antagónicas fuerzas citadas en búsqueda de la armonía. Resulta entonces que Star Wars es básicamente una clase de Psich 101 adornada con lightsabers, naves especiales y títeres verdes. Personalmente, me quedo con Star Wars.
Más adelante estudiamos los mecanismo de defensa que erigimos para aceptar (o negar) nuestra realidad: que somos esclavos inconscientes de las Máquinas. Ah, no, eso era Matrix, pero divago. Lo interesante de destacar son los mecanismos defensivos: la regresión, que es básicamente el efecto Peter Pan (buen nombre para una panadería, por cierto), i.e., apegarnos al niño interno para negar nuestros problemas; desplazamiento y proyección, es decir, achacar las culpas a otros eventos y personas, respectivamente (lo cual es una actitud sorompa pues por delegar culpas no nos centramos en descubrir las causas, única forma de mejorar). Continuando, tenemos la racionalización: mentalmente justificar de la forma que más nos plazca (Osama es experto en esto). Finalizando, intelectualización y sublimación. The former tends to focus on everything but yourself; the latter seeks overloading yourself with tasks that prevent catching a glimpse of what's wrong. Obviamente, jamás he utilizado estos mecanismos de negación! :)
Curiosamente, escribir esto ha engendrado una epifanía de naturaleza hereje (las que me encantan): ¿Acaso el evento que propició la génesis del cristianismo --crucifixión-- no fue resultado de que Jesús negara sus tendencias suicidas (pues se entregó voluntariamente para que le privaran de la vida) vía la racionalización que con ello redimiría a la humanidad? O sea, ¡si Freud hubiese psicoanalizado a Jesús, posiblemente no se hubiera entregado a los romanos y el cristianismo no existiría!
Pero bueno, what's done is done. El asunto importante es recordar el pensamiento más poderoso que legara Freud: El gran reto del ser humano es develar el inconsciente que llevamos latente, mas es invisible a nuestra percepción. Para ello propone una metodología tripartita: asociación libre, es decir, ante una palabra responder institivamente lo 1ero que venga a la mente (a los locutores de radio les encanta aplicar esta herramienta); análisis de los sueños para descubrir secretos enclosetados de nosotros mismos (por ejemplo, si Ricky Martin tiene un sueño mojado con Chayanne, Freud dictaminaría que "he putts from the rough," para citar a una de mis cintas favoritas: Good Will Hunting) y actos fallidos (freudian slips), que es básicamente un safis o faux pas que revela algo que inconscientemente deseamos mas conscientemente negamos.
Dejando de lado a estos anacrónicos pioneros del arte de cobrar un ojo de la cara por acostarte una hora en un diván, pasemos a la aplicación en la empresa de metodologías psicológicas. Iniciemos con el conductismo, vertiente focalizada en influenciar las conductas deseadas. Una organización requiere ciertos patrones de comportamiento para eficientizar sus procesos y rendimiento de los colaboradores (que por cierto es el eufemismo más absurdo que me haya encontrado, but I digress). Como ejemplo, Ros nos relató el desarrollo de un programa para mejorar el nivel de servicio al cliente en una empresa del ramo alimentario (restaurante) basado en coaching, auditoría anunciadas y, posteriormente, realizadas vía cliente secreto. Usando la técnica de las aproximaciones sucesivas, poco a poco se va potenciando el inculcamiento de las conductas deseadas. Por supuesto, lo anterior requiere la comprensión previa de la totalidad del proceso, su ambiente, así como las demás variables relevantes que le afectan. Interesante.
Ahora, me gustaría dejar brevemente planteadas las raíces de la disciplina del conductismo: condicionamiento clásico, i.e., Pavlov, a quien cualquier fan de Jeopardy de fijo conoce (reflejos condicionados: perro salivando por la carne, luego mecánicamente reaccionando ante el sonido de una campana, el cual, por cierto, sólo ocurre cuando un ángel toma Red Bull y recibe sus alas, como bien nos instruye It's a Wonderful Life!); condicionamiento operante de Skinner, que consiste en dar reforzamientos y/o castigos positivos o negativos (R+ es dar algo bueno --Playboy, por ejemplo--, R- sería quitar algo malo --el chicle que te pegaron al asiento--, C+ es dar algo malo --foto de Bush desnudo--, C- es quitar algo bueno --cancelarte la terapia para salir de la crisis emocional derivada de observar el miem-brito de Bush!). Por último, conductismo supersticioso, como las religiones, el TLC como fuente de prosperidad y creer que por reenviar un correo a 10 personas Bill Gates te va a dar $100.
(Un comentario pavloviano: Un exc. ejemplo de reflejos condicionados se encuentra al principio de A Brave New World (Aldous Huxley), donde encierran a los infantes en un cuarto y cuando les muestran libros suenan estruendosas sirenas; luego retiran los libros y cesa el escándalo, programando a los niños para sentir aversión a los libros y, por ende, al conocimiento: el bastión necesario para descubrir la privación emocional de la que son inconscientes víctimas dentro de la sociedad totalitarista que los subyuga. Yes, dystopic sci-fi rocks!).
Concluyendo, salió a colación el concepto de agresión activa y pasiva. El 1ero es muy claro: atacar físicamente a alguien (accidentalmente dejar caer un piano sobre su cabeza, al mejor estilo Looney Tunes, por ejemplo); el 2do es más sútil, pues consiste en verbal o gesticularmente herir a otra persona. Ocurre de forma inconsciente y en mi opinión cuenta con 2 vertientes: la agresión pasiva real por parte del infractor (que fue la que conversamos; un ejemplo sería ignorar a alguien sin darnos cuenta) así como la percibida o ficticia, resultante de una sobrereacción de una persona hipersensible ante un comentario socialmente aceptable (desearle Feliz Navidad a alguien y se sienta ofendido (a) pues es judía y no celebra esta maravillosa época). Lo esencial de lo anterior es comprender que a veces subconscientemente transmitimos señales sin advertir que éstas pueden herir los sentimientos de los demás. Una persona jerárquicamente importante dentro del organigrama organizacional debe comprender cuándo y de qué forma incurre en agresión pasiva, para así mentalmente programarse para limitar las actitudes no intencionales que puedan dar un mensaje erróneo --o hasta desmotivar-- a su personal.
(Ahora, me surje una inquietud: ¿un gas accidentalmente expelido es agresión pasiva? Hmm...). ;)
Conceptos recordados (directa o indirectamente) por el material estudiado:
--Diagramas de Control de Shewhart: Mantener un proceso dentro de control estadístico vía delimitación de media esperada y límites de control superiores e inferiores (tolerancias) para la variable que se quiere regular. La variación inherente al proceso (causas comunes) genera la fluctuación entre las tolerancias y no es rentable reaccionar ante ellas --ni agrega mayor valor en términos de calidad--; las variación acaecida a raíz de causas especiales (algún fallo de máquina, por ejemplo), sí amerita revisión de causas subyacentes y su correción, para profilácticamente evitar que el proceso se salga de control estadístico y se produzca material no conforme. Lo anterior requiere muestreos continuos para el monitoreo del proceso y responder prontamente ante irregularidades detectadas.
Frases citables:
-Lo que se mide se puede controlar. Lo que se controla puede mejorarse--Combinación de Peter Drucker con frase de los autores del Balanced Scorecard.
-A nivel organizacional defino las conductas deseadas y luego estimulo el cómo desarrollarlas--Ros, posiblemente.
Perlas de sabiduría interesantes:
Estudios de brecha de imagen por parte de los políticos antes de decidir postularse.
Comentarios de compañeros (as) dignos de rescatar:
--Déficit actual de programadores en industria del software obliga a empresas a competir para retener talento vía salarios, y dificulta aplicación de técnicas de conductistas de Skinner (castigos + o -), pues trabajadores del conocimiento son "inelásticos" a las mismas.
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