martes, 10 de junio de 2008

Sumario ejecutivo: Knowledge Management

El knowledge management es una incipiente disciplina focalizada en sistemáticamente crear, organizar y divulgar conocimiento relevante a lo largo de la organización, para potenciar una gestión más eficiente, y que apoye la estrategia empresarial. Se erige sobre 2 cimientos esenciales: la cultura empresarial y la tecnología. La primera consiste en estimular un ambiente de aprendizaje, creación de conocimiento y el proactivamente compartir éste. La segunda proporciona la infraestructura tecnológica necesaria para almacenar de forma organizada y fácilmente accesible el conocimiento corporativo.

La transición hacia una cultura que abrace el knowledge management requiere compromiso y promoción gerencial, dentro de un contexto donde se valore y estimule no sólo el innovar y conocer, sino el compartir los conocimientos con aquéllos que lo necesiten: un socialismo del conocimiento para el mutuo beneficio del empleado y de la organización. Por su parte, repositorios electrónicos de información (data warehouses) facilitan capturar conocimiento disgregado a lo largo de la empresa (documentación de procesos, información de productos y clientes, formularios, propuestas, proyectos, know how técnico, entre muchos otros) y centralizarlo en la red corporativa (intranet) para la expedita y sencilla búsqueda (usando herramientas de data mining) por parte de quienes necesitan información. De esta manera, no se reinventa la rueda del saber: si ya se descubrió una mejor forma de efectuar un proceso o solucionar un problema reincidente, tal información se haya almacenada, y sus usuarios potenciales están entrenados para encontrarla; no hay que reinvertir improductivamente tiempo y recursos en nuevamente solventar (o rediseñar) situaciones, procesos, métodos y afines.

Uno de los ejes centrales alrededor del cual gravita esta disciplina es apoyar el mejoramiento continuo, vía el constante aprendizaje y su documentación / divulgación. Así, su enfoque es análogo a la ciencia: utilizar conocimiento ya amasado para sobre éste apoyar la nueva creación de información, y publicar nuevos resultados en un círculo virtuoso de renovación, actualización, incremento y mejoramiento del saber. Aplicado a lo interno de una organización, equivale a incentivar la creatividad –y el análisis crítico–, poniendo a disposición de los empleados el know-how corporativo existente y propiciando la documentación de ideas nuevas o ya existentes para convertir el conocimiento tácito (latente en la mente de un empleado) en conocimiento evidente (y útil) para sus colegas.

Todo esto es posible bajo el auspicio de un Chief Knowledge Officer, encargado de diseñar la estrategia de captura de información (formularios estándares, por ejemplo), determinación de conocimiento existente y requerido (alineado con necesidades estratégicas de la institución), y desarrollo de infraestructura tecnológica (intranet, e-mail, data warehouses), en coadyuvancia con el Chief Learning Officer, quien se encarga de definir, crear e implementar iniciativas específicas de entrenamiento y desarrollo de empleados, divulgando el conocimiento según sea necesario, en adherencia con lo requerido para satisfacer los objetivos tácticos y estratégicos de la organización.

Abrazando la adopción del knowledge management, se institucionaliza el aprender, crear y compartir conocimiento día a día, internalizándose el saber corporativo dentro de la organización (en lugar de hallarse circunscrito a la mente del empleado, mitigando los efectos nocivos de rotación del personal) y pavimentándose el camino no sólo para una mejor ejecutoria (el conocimiento se correlaciona positivamente con el rendimiento), sino para el desarrollo de una cultura de cambio y adaptación continua que propicie la sostenibilidad de las ventajas competitivas sobre las que se edifica el éxito de toda empresa moderna.

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